Son días especiales y lo son por muchos motivos, por las emociones que están por todas partes y por las tradiciones que nos unen a todos. Llega navidad, un momento bonito cada año por todo el mundo y también por Baloncesto Club MoraBanc Andorra. La tarde del jueves 14 de diciembre fue uno de esos días en los que la magia aparece sola y te demuestra que muchas veces las satisfacciones más grandes de un proyecto de deporte profesional provienen de situaciones que no están dentro de un terreno de juego ni relacionadas con el concepto combinar de victoria o derrota.
El MoraBanc Andorra visitó como cada año la Escuela Especializada Nuestra Señora de Meritxell entregando su regalo de navidad, que en esta ocasión era material para poder practicar el golf. Muchas sonrisas, muchos abrazos y una carga de amor incalculable por parte de los usuarios hacia los jugadores y el cuerpo técnico fueron los protagonistas de la visita. Tuvo partidillo de baloncesto, merienda y las inevitables fotos de familia. Los jugadores estuvieron próximos y encantadores y los usuarios se lo agradecieron con un baño de luz. En definitiva, una de esas ratos en que no es fácil saber quién da las gracias a quien porque la ilusión está presente en todas partes.
Un ratito después, el Pabellón Joan Alay acogió el Festival de Navidad de la escuela de baloncesto del club, uno de los eventos más bonitos del calendario en el que los jugadores se mezclan con las criaturas y en el que queda más claro que el club cada día Además es una familia bien cosida. Aparte de jugar con los niños y niñas, los jugadores también entregaron la felicitación de navidad.
Actividades tradicionales en que el MaiPor y el SomUnPais se dan un abrazo.