Deber cumplido. Permanencia en el bolsillo y una afición con ganas de celebrar. El escenario auguraba una noche mágica pero no acabó de salir redonda. . El MoraBanc Andorra perdió ayer por 65-74 su último partido en casa de la temporada ante un Obradoiro serio que no vino a Andorra a pasearse.
Lo cierto es que salvo el inicio en que los hombres de Peñarroya marcharon con un engañoso 7-2, el ritmo y el mando en el marcador fue siempre de los de Santiago de Compostela. De los dos conjuntos, de largo, el que mejor llevó que no hubiera nada en juego fue el gallego. El final del primer cuarto ya daba pistas, 15-22, por los visitantes. El MoraBanc Andorra no encontraba canasta con facilidad pero fue capaz en el segundo períodos de equilibrar las cosas e impedir que el encuentro se rompiera. Al descanso las espadas estaban en alto 36-41. Aunque las sensaciones no eran buenas, quedaba mucho tiempo para enderezar las cosas.
El tercer cuarto lo marcó todo. El MoraBanc Andorra estuvo 5 minutos sin anotar. No es que el Obradoiro estuviera muy inspirado pero al final la sequía local ante canasta generó un agujero en el marcador 42-55. No era una diferencia insalvable pero el problema era que la canasta parecía una caja fuerte y el equipo andorrano no parecía tener la combinación. Al concluir el tercer cuarto la diferencia estaba en 11, 47-58.
El último tiempo ha estado marcado por las imprecisiones, la noticia respecto a los anteriores es que también eran visitantes. Guiados por Sada, que fue el mejor y el más motivado de los andorranos, al final las cosas se igualaron. Faltando dos minutos, la ventaja se había reducido a tres puntos tras un triple de un ayer gris Stojanovski. La afición empujaba, la BMB quería una victoria para cerrar la temporada pero no pudo ser. Faltó acierto y precisión y el triunfo se fue hacia Galicia merecidamente.
El partido no acompañó pero la afición volvió a estar pletórica y recibió una sorpresa al terminar el partido. Los jugadores los estaban esperando a las puertas de la BMB para agradecerles el apoyo recibido durante toda la temporada. Mención aparte mereció ayer la Flash Mob que más de 100 personas hicieron ayer en el parqué al descanso. Una noche preciosa pero no perfecta.