Se jugó bien, se obligó a un equipo de Euroliga buscar en su mejor repertorio y se despertó a la Fuente de San Luis que veía como se le escapaba una victoria clave en la lucha por el playoff. Todo esto es cierto. Al igual que también lo es que la conclusión de los 40 minutos los locales habían hecho 4 puntos más. El Bc MoraBanc Andorra perdió ayer en la pista del Valencia Bàsket por 95-91 tras un partido vibrante y en el que se ofreció una gran imagen, en particular en la segunda parte. “Veníamos a ganar y hemos perdido, no nos podemos marchar contentos porque necesitamos victorias” manifestaba en rueda de prensa tras el encuentro Joan Peñarroya. No son muchas palabras pero hacen una buena síntesis de lo que pasó. El MoraBanc necesita seguir sumando victorias para conseguir la permanencia y cuanto antes lo haga mejor, con lo que queda de liga, las sensaciones no alimentan al igual que en la primera vuelta. Ahora el organismo necesita tres o cuatro partidos ganados más para poder respirar.
En todo caso, y a pesar del disgusto por no haber podido ganar estando tan cerca, es imposible hacer una crónica del partido y no mencionar el buen papel de los andorranos. Salvo en el primer cuarto en el que guiados por Rafa Martínez los locales llegaron a acumular 13 puntos (27-14), el choque fue un cruce de espadas bien agradecido por el espectador. El equipo andorrano fue encontrando cuando hizo falta respuestas individuales. Primero fue Beto y luego Marc Blanch los que se aseguraron que el descanso las cosas siguieran abiertas (43-37).
Y en el segundo tiempo, y desde la línea de 6.75, Bogdanovic desató la tormenta y comenzó con una exhibición compulsiva de asunción de responsabilidades. Una canasta del serbio dio la vuelta 55-56 y el encuentro entró en una fase en la que los dos conjuntos se hacían daño. Pero ninguno de los dos caía a la lona. Se seguía adelante con las cicatrices correspondientes. Jaway estuvo imperial bajo canasta, Schreiner espectacular en la dirección, Navarro valiente como siempre y Sada volvió a tirar de catálogo de personalidad e intensidad. Y así, con algunas canastas increíbles por el camino, se llegó a la recta final del encuentro. Faltando 4:31, el MoraBanc Andorra dominaba por 77-81. Guillem Vives y Pau Ribas estaban sembrados por parte local y habían impedido, sobre todo el primero que anotó 20 puntos y no erró ni un tiro, que los hombres de Peñarroya marcharan en el marcador. La firmeza del MoraBanc Andorra permitió llegar hasta el final en que los tiros libres, con los dos equipos en bonus, se convirtieron en jueces del encuentro. Bogdanovic y Blanch fallaron una cada uno y con esta poquito de nada, el Valencia ya tuvo suficiente guiado por la muñeca de precisión suiza de Ribas desde la línea para ganar. Excelente comportamiento del equipo pero rabia por morir sin premio tras haber remado tanto y tan bien. Este MoraBanc ya no se siente confortabñe cuando le dicen que se ha dado buena imagen pese a perder.
El próximo sábado, con expedición andorrana organizada por la Peña Tricolor, el MoraBanc Andorra visita la difícil pista del CAI Zaragoza.