Noche mágica en la Bombonera. Día para recordar. Victoria por 89-65 ante el Sevilla
en el mejor partido de la temporada. El equipo tenía un match ball y no sólo lo aprovechó sino que mostró su mejor versión ante más de 4.400 espectadores que acabaron el partido de pie siendo protagonistas de un ambiente sensacional que muy pocas veces se ha visto en el Principado de Andorra.
Si el equipo se tenía que salvar de alguna manera, eligió la mejor. “Ha habido fases que hemos jugado muy bien” reconocía un gran driblador de elogios como Joan Peñarroya en rueda de prensa. La estadística, que no siempre es notaria de los partidos, es una radiografía perfecta de lo que pasó en la BMB. 112 de valoración, 62% en tiros de dos, 40% en triples y 22 asistencias. Un auténtico partidazo. El Sevilla se quedó en 62 de valoración, empequeñecido ante la exhibición local. Los andaluces habían derrotado el Unicaja la semana pasada pero ayer les pasó un ciclón por encima. A nivel individual Jaway, con 20 de valoración, fue el más destacado en la exhibición coral con participación destacada de Shaun Green con 17, Víctor Sada con 16, Beto con 15 y Schreiner con 14. Resumiendo, un equipo redondo para un día más redondo todavía.
El partido comenzó con un 9-0, toda una declaración de intenciones. El Sevilla se espabiló y pareció que podía equilibrar las cosas pero la recta final del primer cuarto puso distancia otra vez(26-15). Juego maduro, encontrando jugadores en varias posiciones y defensa fuerte e inteligente. El segundo cuarto fue, por momentos, un recital. Al descanso se llegaba con un 48-29 que explicaba claramente lo ocurrido durante los primeros 20 minutos.
Se esperaba el Sevilla, un equipo potente y lleno de talento. Y apareció. En el tercer cuarto, llegando a reducir la diferencia hasta los 9 puntos y generando una cierta inquietud entre el público. Pero no pasó de ahí. Sólido y lleno de convicción el MoraBanc Andorra volvió a situar la diferencia en torno a los 15 al finalizar el periodo.
El último cuarto tendría un protagonista, un guía hacia la deseadísima victoria, Shaun Green. El alero de Utah anotó 3 triples consecutivos que estallaron en el partido como una bomba letal para los andaluces. La recta final con el público levantado de sus localidades fue la conclusión que merecía una noche mágica de principio a fin. Ah sí, y con la leyenda de la NBA Pat Riley en las gradas.