El sábado contra Obradoiro en la BMB celebramos un nuevo Día de las leyendas, en este caso para homenajear al equipo que consiguió ganar la Copa Cataluña ascendiendo a la liga EBA. “Es uno de esos equipos importantes en la historia del club, de los que tienen trascendencia y por eso le hacemos un homenaje muy merecido” ha afirmado hoy en rueda de prensa el presidente Gorka Aixàs.
Aquel mes de mayo de 2005 siempre quedará como uno de esos momentos en que la entidad dio un paso adelante de las importantes, en el que se rompió un techo que parecía prohibido unos años atrás. Se puede decir que, encajada en una secuencia, fue una temporada muy importante para el crecimiento de un proyecto que hoy disputa la liga Endesa. El paso que hizo aquel inolvidable BC River Andorra ya colocaba el club en el camino de volver a tener sueños en color y al mismo tiempo era un premio a la dedicación y esfuerzo de un grupo de jugadores (los Eudal, Rodríguez, Jiménez, Marín y Mujal, entre otros) que vieron pasar todas las categorías del baloncesto catalán. El grupo lo dirigía el siempre temperamental y mediático Carles de Bofarull, que protagoniza algunas de las imágenes más bonitas de la celebración. El delegado era el histórico Jordi Clua.
Fue un fin de semana redondo. “El club pidió organizar las fases porque precisamente se apostaba fuerte por este ascenso y se quería ayudar al equipo al máximo posible”, recuerda el presidente, Gorka Aixàs, que en aquellos momentos “debutaba como directivo. Fue mi primera temporada, en la que aprendí todo lo que pude de Manel Arajol y la junta anterior “. El torneo se jugó en el Joan Alay, con capacidad ampliada para la ocasión, y reunió a unas 800 personas animando a los tricolores.
Hoy en la rueda de prensa han participado dos de las leyendas, Toni Jiménez y Dani Marín, y han querido “agradecer al club, que nos haga este reconocimiento”. Jiménez ha afirmado que “nunca hubiera imaginado en aquellos momentos que la entidad volvería a la ACB” y Marín ha remarcado que “aquel grupo de jugadores empezamos a subir categorías desde tercera catalana y en aquellos momentos para nosotros era como llegar al máximo nivel al que podíamos llegar juntos “.
El formato de la competición (subían tres de los cuatro que jugaban) concedía mucha responsabilidad al partido del sábado, dejar las cosas para el segundo intento podía resultar fatal en términos de presión. El Alay fue una pequeña Bombonera aquel fin de semana. Y el sábado se hizo el trabajo ganando el Ademar por 94-84 y generando unas imágenes de euforia entre jugadores y aficionados que indican claramente que ese día se había reventado un dique de contención para la ilusión que estaba activo desde el descenso ACB de 1996. Una década antes. El mejor jugador de aquel partido fue Chechu Bermudo, como casi siempre, con 24 puntos. Toni Jiménez hizo 13, los mismos que Corbalán, y David Eudal ofreció un recital en la dirección del equipo. La euforia de ese día dio paso a una noche larga y la gran final contra el Esplugues del domingo no tuvo la tensión del día anterior con los dos conjuntos que ya tenían el ascenso en el bolsillo. El encuentro, sin embargo, fue emocionante y se resolvió con una canasta en el último segundo del joven base Rafa Prats. La victoria se quedó en casa por 95-94 para dar aún más magia a aquellos dos días.
“Siempre hay momentos en que sientes que está pasando algo diferente, trascendente y aquel sin duda lo fue”, expone Gorka Aixàs, “por eso los protagonistas merecen hoy un gran reconocimiento de nuestros aficionados”, concluye el presidente. El sábado en el descanso tocará un día más dejarse las manos aplaudiendo los grandes héroes de aquella temporada 2005-2006 (el equipamiento que llevaremos domingo es una réplica del de aquella gloriosa temporada), cuando aprendimos a volver a soñar.