La Bombonera estalla en un partido mágico en todos los sentidos tras culminar una remontada de 21 puntos en los poco más de cinco minutos que restaban para finalizar el encuentro. La segunda victoria ha llegado, y ha sido una bestialidad.
Ambiente impresionante el hoy vivido en la Bombonera, y en un día muy y muy especial. Un día y cita ideales para poder continuar en la lucha contra el Cáncer de Mama, donde nuestros aficionados y aficionadas no han fallado. También se han entregado los 3.300 € para ATIDA recaudados en el 6º Trofeo de Escaldes Engordany, una gran cifra para otra gran causa. Hablando del partido, ha empezado muy enchufado Markel Starks por parte de los tricolores, pero ha sido el Monbus Obradoiro quien se ha hecho con el ritmo de partido a medida que los minutos iban avanzando. Los visitantes dominaban el primer asalto con el 13-23 a su favor, haciendo daño a nuestra defensa y cerrándose muy bien detrás. La reacción, gracias a dios, llegaba a base de bajar al barro. El MoraBanc Andorra ha luchado muchísimo para ir de menos a más en el segundo periodo, marchando de esta manera a los vestuarios con el ajustado 35-38. Lo que todos teníamos en nuestra mente era “Todavía bueno el resultado por cómo había empezado la cosa”, pero lo que nadie sabía es lo que iba a suceder en una segunda parte histórica. Monbus Obradoiro volvía a dominar en todos los aspectos del juego, alimentándose y haciéndose grande a base del desacierto de los andorranos y viendo el aro como una auténtica piscina. La herida empezaba a ser profunda, mucho, tras un parcial en contra de 0-17. Bombonera fría y triste, como para no estarlo, pero la vuelta que iba a dar la tortilla no era ni medio normal. El 59-80 a falta de 6 minutos no daba ni media gota de esperanza ni a los más optimistas, tocaba luchar hasta el final delante de nuestra gente. La fe de la Bombonera, así es, fe y trabajo, trabajo y fe. El rival empezaba a errar tiros tras un tercer asalto impecable en este aspecto, y equipo y afición empezaban, inocentemente, a creer en un milagro. Pocas palabras nos salen para describirlo, pero lo diremos rápido y corto. 40 puntos, ni uno más ni uno menos, el record del MoraBanc Andorra en toda nuestra historia en la Liga Endesa para remontar un partido que estaba perdido. 92-89 final para volver a vivir una noche mágica en la Bombonera que costará mucho, muchísimo, que olvidemos. Disfrutemos de esto, juntos, se nos da muy bien estar juntos. Estar donde estamos es muy complicado.
El siguiente partido sera el sabado 21 de octubre (18:00 horas) en el Palau Municipal d’Esports de Badalona, para jugar contra el Joventut Badalona.