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Así es, final muy cruel en la Fonteta de Valencia y ejecutado por un jugador que nos ha regalado más sonrisas que árboles tiene un bosque: Jean Montero. El MoraBanc Andorra ha revertido la dinámica del partido en la segunda parte para aferrarse a las opciones de victoria, y lo ha tenido muy cerca. El gran partido de Jerrick Harding (30 puntos) y un “clínic” de Ferran Bassas en el último cuarto nos han llevado a un final que se ha acabado decidiendo por una canasta, tras rebote ofensivo, del exjugador del MoraBanc Andorra.
Partido como siempre complicado lo que le esperaba, en la Fonteta, a un MoraBanc Andorra sin dos jugadores de peso como Shannon Evans y Sekou Doumbouya. Los locales se hacían con el ritmo del partido desde el inicio, donde Jerrick Harding acaparaba toda la responsabilidad ofensiva tricolor para dar respuesta. A pesar de ir por debajo en el marcador, los de Lezkano revertían gracias al primer triple de Kyle Kuric y a los puntos de un Harding que ya sumaba 9 (minuto 6, 13-14). Es entonces donde los naranjas abrían la lata desde el triple anotando 4 de forma consecutiva, con De Larrea y Montero como protagonistas. A pesar del agua que caía desde el perímetro, conseguimos cerrar el primer cuarto con el 25-20 gracias al buen trabajo del capitán Nacho Llovet en ambos aros. Lo que ya sabíamos, y empezaba a coger forma, se volvía una plena realidad en un inicio de segundo periodo clave para Valencia Basket. Apostando mucho por el tiro exterior y yendo como animales al rebote, abrían una gran brecha protagonizada por un Jean Montero que se elevaba hasta los 17 puntos en 11 minutos jugados. Natxo Lezkano se veía obligado a parar el partido para hacer reaccionar a los suyos (minuto 15, 37-23). A pesar de su festival anotador, un nuevo triple de Kyle Kuric nos ponía a 10 puntos con el 44-34, pero no podíamos evitar acabar marchando al descanso con el 48-34 en contra. Un marcador que desgraciadamente hacía justicia para un Valencia Basket que, menos mal, ha anotado “sólo” 8 triples de los 21 intentados. Tantas oportunidades también dadas por la lucha en el rebote, la principal asignatura, y en estos momentos pendiente, por los de Lezkano (25-13).
Como comentamos, tenía que cambiar mucho la cosa para que los nuestros llegaran al minuto 40 de partido con opciones de ganar, y una vez más el equipo ha demostrado que la palabra “rendirse” no aparece en su diccionario. El monólogo de un inspiradísimo Jerrick Harding ha sido la mejor arma de un tercer cuarto que ha cabeceado de arriba abajo la dinámica del enfrentamiento. El MoraBanc Andorra encontraba su mejor versión detrás para ir cocinando a fuego lento un parcial que se acabaría alzando hasta el 4-21 gracias a Harding, pero también por la gran dirección de juego de Ferran Bassas y el trabajo en la pintura de Ben Lammers (minuto 27, 54-57). Y sí, nos pusimos por delante dejando congelada a toda una Fonteta que muchos de sus aficionados y aficionadas ya celebraban la victoria en la media parte. Jerrick Harding continuaba haciendo la suya, mientras que un contraataque culminado por Nikos Chougkaz y una canasta de Kyle Kuric nos ponía 10 puntos por delante (minuto 29, 56-66). Cuando mejor estábamos, unos buenos momentos de Pradilla nos ha dejaban un sabor agridulce viendo como los locales recortaban distancias finalizando el tercer cuarto con el 62-66. Teniendo en cuenta que quedaban 10 minutos y juegas ante un equipo de primer nivel, la acortada diferencia ya te adelantaba que jugarás un partido nuevo que empezaba desde cero. El MoraBanc aceptaba el reto y lo hacía con el liderazgo de un Ferran Bassas que ha culminado, seguramente, uno de los mejores momentos de su carrera. Valencia, y nosotros, quedábamos con al ver cómo Jean Montero marchaba del partido debido a un mal gesto en el hombro, pero como bien sabemos ha podido volver a jugar el partido. Superando el ecuador del último asalto, seguíamos por delante en el marcador (minuto 36, 72-78). Con su gente empujando, los de Pedro Martínez endosaban ahora un parcial de 10-2 que obligó a Natxo Lezkano a parar el juego en un partido donde estaba todo por decidir (minuto 38, 84-83). La magia de Ferran Bassas nos guiaba y hacía soñar que podíamos hacer lo imposible en la Fonteta, pero el destino no nos acabaría dando el oro. Con el partido parado a falta de 11 segundos y el marcador a favor tras una canasta de Bassas con una más que posible falta al tirar (87-88), los locales tenían en su mano ganar el partido. La defensa de los andorranos era muy buena y el aro escupía el lanzamiento de tres puntos de Costello, pero el rechace acabaría en las manos de Jean Montero y éste sentenciaría el partido con la que será la canasta de la jornada, 89-88 final. Es una derrota dura, que hace daño, pero la conclusión es más que clara: Este es el camino. A pesar de las adversidades, y como se había puesto el duelo, el MoraBanc Andorra puede volver a casa con la cabeza mucho más que alta.
El próximo partido será en la Bombonera, nos visita el Coviran Granada para disputar la quinta jornada de la Liga Endesa el sábado 26 de octubre a las 20:45 horas.
