El MoraBanc Andorra no desaprovecha la primera oportunidad de ligar la permanencia en la Liga Endesa y tumba a todo un Barça en una mágica Bombonera. Los de Natxo Lezkano han culminado un excelente trabajo dominando la gran parte del partido y rehaciéndose como nunca en los momentos más complicados.
Seguimos siendo ACB. Raso y corto. Seguimos siendo ACB. Tú, yo y todos los que vivimos, respiramos y disfrutamos del baloncesto en nuestro país. Nos tocaba volver a casa, a la Bombonera, y nos visitaba todo un Barça que se encuentra en las semanas más decisivas por sus intereses. Ya por séptima vez, un “sold out” como una catedral que, desde el primer minuto, ha provocado un ambiente ensordecedor que ha encogido a un gigante y ha empujado a un MoraBanc Andorra que hoy sonríe a más no poder. Podríamos hacer un análisis muy exhaustivo del partido. Ganar al Barça bien se lo merecería, pero aquí estamos intentando narrar lo que ha significado la tarde (y significará la larga noche) de hoy. Qué pasada. Ha sido un partidazo. Los tricolores han empezado muy bien el partido y lo han dominado, mientras que los azulgranas han ido casi todo el duelo a remolque, y eso es muy bestia. El buen hacer de los nuestros, a partir de un gran trabajo en defensa y el juego coral de todos por delante, ha dejado un 55-43 que nos ha llenado de esperanza. Ahora bien, un gigante dolido volvería con mucha fuerza en la vuelta a pista. El tercer cuarto ha estado dominado por un Barça necesitado y que se ha aprovechado de factores que van mucho más allá de jugar bien a baloncesto. Y podríamos decir, sin pelos en la lengua, que el rival se ha metido dentro del partido, en gran parte, gracias al arbitraje. Un criterio diferente en cada aro y 75-74 para encarar los decisivos últimos diez minutos de juego. Hemos sido también protagonistas de una acción de Jabari Parker, jugador del Barça, que ha sido muy denigrante y, a la misma vez, sorprendente. Un empujón sin darse el caso a Tobias Borg, seguido de un enfrentamiento verbal (inexistencia de palabras bonitas) con Jerrick Harding, han hecho que Parker marchara expulsado por una antideportiva y una técnica por esa misma jugada. En fin. ¿El último cuarto? Una bestialidad. Un MoraBanc Andorra al más puro estilo ave fénix. Cuando más dura se había puesto la cosa más ha respondido el equipo para acabar ganando por el impresionante resultado de 108 a 92. Sí, 108 en el Barça, se nos remueve el estómago. ¿Los culpables? Todos. Pero si hay que destacar a un actor secundario: Mihaljo Andric. Hoy el karma le ha devuelto todo el esfuerzo entregado a un curso no tan bonito como el del año pasado a nivel de sensaciones, y se ha disfrazado de héroe y ejecutor a la vez para ganar este enfrentamiento y sellar la permanencia. Somos y seremos ACB, así de fácil, así de orgullosos y así de felices.
El siguiente partido será el sábado 4 de mayo (20:45 horas), el equipo viaja hasta Santiago de Compostela para jugar ante el Monbus Obradoiro.