El MoraBanc Andorra vuelve a encontrarse con la victoria en una Bombonera espectacular. El partido ha ido de menos a más para los de Natxo Lezkano, y se ha allanado mucho el camino gracias a un gran final de primer cuarto e inicio del segundo. Victoria importantísima ante un rival directo.
Escenario de carnaval en una Bombonera que no volvía a fallar y hacía el pleno para animar a su equipo. Una noche de sábado donde nos esperaba un duelo ante un rival directo donde siempre que nos hemos enfrentado se ha tenido la igualdad como ingrediente principal. Empezaba bien el MoraBanc Andorra con un parcial de 5-0 con un triple de Jerrick Harding y una canasta de un Tyson Pérez que se volvía a vestir de corto en casa. El Bàsquet Girona, sin embargo, reaccionaba con un contundente 4 de 5 en triples que les ponía 7 puntos por delante. Una gran reacción de los tricolores, con Juan Rubio como ejecutor a golpe de triple, le daba la vuelta al marcador y cerraba el primer parcial con el 23-20 favorable. Sinceramente, era lo mejor que nos podía pasar, porque los gerundenses estaban dos pasos por delante nuestro en los dos lados de pista. Lo que no nos podíamos llegar a imaginar es la contundencia mostrada por el MoraBanc en el inicio del segundo periodo. Como una roca detrás y con un Jean Montero que comenzaba su fiesta particular, los locales estaban siendo ahora los claros dominadores del partido. Los visitantes bajaban porcentajes, y los de Natxo Lezkano cerrarían la primera parte con el 48-30. Es un tópico, pero hay que decirlo. Necesitábamos salir bien, muy bien de inicio después de pasar por los vestuarios. El Bàsquet Girona seguro que plantearía un partido más duro y lo daría absolutamente todo para dar un golpe inicial y meter el miedo en el cuerpo del MoraBanc, pero no ha sido así. Los andorranos contestaban a las canastas de los gerundenses y conseguían mantener la ventaja conseguida en los primeros veinte minutos. Todo ello luchando contra absolutamente todo. El marcador de faltas (17-8) giraba claramente a favor de los visitantes, pero la solidez de los nuestros estaba muy por encima todo, y eso tiene un mérito terrible. La arena del reloj iba cayendo y la diferencia se mantenía. Las fuerzas del rival aflojaban y el MoraBanc Andorra acariciaba la octava victoria a base de buen baloncesto y espectáculo hasta llegar al 93-66 final. Tyson Pérez hacía estallar la Bombonera con una grandísima actuación que lapidaba toda esperanza. Necesitábamos y nos merecíamos una victoria así. Toca poner el freno de mano unas semanas, y lo hacemos con la octava en el saco.
El siguiente partido no deja indiferente a nadie. Nos visitará el Real Madrid el domingo 3 de marzo (12:30 horas) en la Bombonera tras el parón.