El MoraBanc Andorra vuelve a hacer un partidazo en una de las pistas más complicadas de la liga, pero ha acabado cediendo debido al bajo porcentaje en triples y, sobre todo, desde la línea del tiro libre. Los tricolores han puesto contra las cuerdas a todo un Unicaja que estaba apoyado por todo un Carpena lleno a rebosar.
Venir al Martín Carpena es sinónimo de vivir un ambiente de los que no estamos acostumbrados. Llenas las gradas del escenario de la Copa del Rey de este año. Sin duda, mucha clave del éxito del Unicaja es gracias a esta estampa que presentan partido tras partido en su casa, y hoy también con lleno absoluto. Ante esto se enfrentaba un MoraBanc Andorra consciente del escenario y la dimensión del reto. Los de Natxo Lezkano, sin embargo, se acomodaban bastante bien y, a base de talento individual, empezábamos mandando en el marcador. El primer asalto se iba endureciendo y eso perjudicaba a los tricolores (1-7 en faltas), pero un gran tramo final de periodo en ambos aros nos daba el parcial que inauguraba el enfrentamiento (21-30). Muy buen trabajo y para estar orgulloso (una vez más), pero conscientes que los de Ibon saldrían fuertes para reducir el despegue andorrano. Parcial de 5-0 para ellos de inicio, pero el MoraBanc Andorra no dejaba de luchar. Este primer golpe malagueño ha acabado teniendo mucho peso en un segundo cuarto que ha acabado, desde entonces, bastante igualado. Mucho intercambio de golpes y la mejor noticia, el regreso a las pistas de un Tyson Pérez que jugaba ante su futura afición. Jerrick haciendo lo que hace Jerrick y Jean Montero que se sumava a la fiesta, resultado al descanso de 47-48 con muchísimo partido por delante y poder seguir luchando de tú a tú ante el segundo clasificado. La vuelta de los vestuarios comenzaba con un MoraBanc Andorra ganando ahora la lucha del listón físico, y las faltas giraban a nuestro favor para poder llegar a sumar desde la maldita línea del tiro libre. Cuando parecía que el partido más se acomodaba para nuestros intereses, Unicaja ha reaccionado como equipo grande con dos triples seguidos. En aquel momento el Carpena se ha literalmente hundido mientras pedíamos un tiempo muerto obligatorio. La cosa pintaba negra porque un equipazo junto con el apoyo de 12.000 personas quería que no levantases cabeza. Pues bien, lo hemos hecho, y de qué manera. El MoraBanc Andorra se hacía fortísimo detrás, y Jean Montero se encargaba de hacer cosas que sólo sabe hacer él para ir hasta la cocina y sacar faltas. Como viento que erosiona una piedra, los tricolores igualaban el marcador y cerraban el tercer periodo con el ajustado 71-70 con todo por decidir. Las fuerzas se agotaban y eso se notaba en los porcentajes de los dos equipos cuando más dependía de todo ello el final del enfrentamiento. Sacamos fuerzas de donde no quedaban, y la lucha de los nuestros era para estar muy orgullosos. Lastimosamente, el buen trabajo que hacíamos para llegar a la línea del tiro libre quedaba hundida al no sumarlos. El 19/32 ha sido decisivo en un también trepidante final donde ha pasado absolutamente de todo. Ha vuelto a salir cruz (92-86) tras una nueva gran actuación de los nuestros.
El siguiente partido será el sábado 10 de febrero (20:45 horas) en la Bombonera, nos visita el Bàsquet Girona.