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El MoraBanc Andorra encadena su segunda victoria consecutiva tumbando a uno de los grandes de la competición en su casa, escenario de la Copa del Rey de este año. Los de Joan Plaza han remado muchísimo para contrarrestar el acierto canario de la primera parte y recoger la séptima victoria.
Comenzaba bien el partido el MoraBanc Andorra, apoyado en un Felipe Dos Anjos inspirado en la zona. En el otro lado, los canarios comenzarían a dar las primeras muestras del acierto que tendrían en los próximos minutos. Un parcial suyo de 7-0, el cual venía dado, en parte, por nuestras pérdidas, era contestado por un Sekou Doumbouya también inspirado (8 de los 14 puntos), intercambio de golpes y primera falta señalada al rival al superar el ecuador (minuto 5, 12-14). Los de Lakovic iban carburando y anotaban una y otra vez a placer, y esta sería, desgraciadamente, la tónica de la mayoría del tiempo de la primera parte. El 28-22 cerraba el primer asalto, y su alta anotación no nos hacía tener el mejor de los presagios. Hasta el 9/10 en tiros de 2 y el 8/11 en tiros de 3 hacia catapultar al Dreamland Gran Canaria, y comenzaría nuestro trabajo de “remo” (minuto 14, 43-26). A base de apretar los dientes en ambos aros, el MoraBanc Andorra lo solucionaba viendo por donde iban los tiros, y marchaba de camino a los vestuarios con el 53-44. De todas maneras, la consigna principal era clara: Reducir su anotación pronunciadamente para poder tener opciones de victoria.
Como en el inicio, el MoraBanc Andorra mostraba una buena versión, haciendo buena la inercia y dinámica dejada en el tramo final de la primera parte. La dupla formada por Sekou Doumbouya y Nacho Llovet nos daba consistencia y a ellos dolores de cabeza para detener el talento del francés. Trabajando, poco a poco, y superando claramente a un Dreamland Gran Canaria más falto de respuestas, hasta darle la vuelta al marcador (minuto 25, 58-59). Los de Joan Plaza dejaban secos en 13 puntos a un equipo con mucha pólvora, y eso nos daba alas para seguir corriendo y hacer más grande su herida. Con el ritmo de juego controlado en ambos lados, Kyle Kuric culminaba un gran tramo final de asalto para catapultar a los nuestros hasta el 66-76 para encarar los últimos diez minutos. Quedaba un mundo, ahora nos vendría un rival herido capaz de todo, había que seguir siendo sólidos aprovechando los buenos momentos y levantándonos de los malos. Con pie firme avanzaban los minutos para un MoraBanc con una cara competitiva brutal, y dominando el luminoso (minuto 35, 84-89). Aunque la diferencia no era muy grande, las sensaciones sobre el parqué eran claramente favorable a los tricolores. El equipo ha sabido responder a los golpes locales y mostrar mucho carácter para acabar ligando una victoria que tiene mucho valor. 94-106 al sonar la bocina final y la 7ª al saco, quedan 5.
Llegamos al parón por la Copa del Rey y ventana FIBA. Nos reencontraremos en el Pavelló Toni Martí el próximo domingo 2 de marzo a las 17 horas para recibir a todo un Baskonia, partido correspondiente a la vigésima primera jornada de la Liga Endesa.
