El MoraBanc Andorra pierde en casa ante un Dreamland Gran Canaria que se ha mostrado con más ganas y que lo ha demostrado siendo superior desde buen inicio.
Último partido del año en la Bombonera, y en unas fechas más que especiales. La Navidad inundaba nuestra casa en una jornada donde la recogida de juguetes y la lluvia de peluches nos han transmitido todo el espíritu navideño que esperábamos. Además, los más pequeños de la casa también han tenido su momento de protagonismo a la media parte con su presentación. Hablando del partido, el MoraBanc Andorra y el Dreamland Gran Canaria han ofrecido un partido con un alto nivel físico donde ya se podía ver que los canarios no venían a Andorra precisamente a comer turrones. Golpeaban primero los de Lakovic, pero un Harding estelar daba la vuelta al marcador para los locales. Sin embargo, se llevaban los amarillos el primer resultado parcial (16-24). Cuando parecía que aparecían brotes verdes en defensa, el acierto exterior a golpe de triple (sobre todo de John Shurna) se ha convertido en una espada que iba perforando poco a poco a un MoraBanc Andorra que estaba siendo muy castigado. Haciendo un mejor juego y siendo claramente superiores, marchábamos a la media parte con el desfavorable, y amplio, 33-51. El cambio de una parte a otra sí hacía cambiar de chip a los de Lezkano y, a base de cerrar su aro y ser atrevidos en el otro aro, recortaban la diferencia hasta el 44-56. Desgraciadamente, los visitantes volvían a reaccionar. Y sí, lo volvían a hacer a golpe de triple. El marcador volvía a mostrar los veinte puntos de diferencia, y aquí el partido ya ha sido un monologo del rival. Intentando encauzar la situación a la desesperada y en busca de una épica que no existía. Viendo cómo pasaban los segundos y trabajando, al menos, para que la sangre no llegara al río. Resultado final de 77-98 que hace daño. No ha sido nuestro día, y eso también pasa.
El siguiente partido será el jueves 28 de diciembre (20:30 horas) en el Pabellón Príncipe Felipe de Zaragoza para enfrentarnos al Casademont Zaragoza.