La segunda entrega del Champions for UNICEF, al igual que la primera, jugó el papel que se esperaba. Muy buen humor, muchas sonrisas y toneladas de solidaridad para ayudar a los proyectos que tiene en el Congo y Camerún el comité andorrano de UNICEF. De hecho los nombres de los equipos que jugaron los dos partidos de baloncesto fueron Obala, Kinkala, Bamena y Brazzaville, ciudades congoleñas y camerunesas.
El primero de los partidos convocó una representación importante de la vida pública andorrana. Políticos como el Síndic Vicenç Mateu, el ministro de finanzas Jordi Cinca o consellers generals como Jordo Gallardo o Marc Ballestà demostraron buena traza ante la canasta. La ministra de cultura y deportes Olga Gelabert fue de las destacadas así como en la vida empresarial obsequiaron con buenas acciones el director de GrandValira, Alfonso Torreño, el de Caldea Miguel Pedregal y el de Pyrénees David Fraissinet. Mención aparte en este partido merece la actuación del consejero de MoraBanc Oscar Aristot que tuvo minutos realmente iluminados. Al final intercambio de abrazos y los correspondientes reproches simpáticos. No podía ser de otra manera, el encuentro terminó en empate gracias a unos tiros libres de Koldo Álvarez de Eulate, el seleccionador nacional de fútbol.
El segundo partido fue una de las concentraciones de talento deportivo más relevantes que se recuerdan en Andorra. Por un lado los jugadores del MoraBanc Andorra y por otro una larga lista de algunos de los mejores deportistas de Andorra. El esquí estuvo representado con Joan Verdú, Marc Oliveras, Carmina Pallàs o Luis Marín. El atletismo con Cristina Llovera. El judo con Laura Sallès. El rugby con Eric Risco y Edo Jamrulidze. El montañismo con los hermanos Casal y Ferran Teixidó y el fútbol con Ildefons Lima, Cristian Martínez, Oscar Sonejee y José Manuel Ayala. El mundo de las motos contó con la presencia estelar de los hermanos Pol y Aleix Espargaró, Ricky Cardús y Ruben Xaus. El partido, curiosamente, también acabó con empate gracias a los tiros libres decisivos del entrenador del equipo de Bamena, Xavi Luque, que tuvo un impacto clave nos los momentos importantes del partido. Destacar la capacidad del árbitro Igor Esteban para solucionar los inesperados problemas que le iba planteando un partido que acabó con cerca de 50 personas en la pista.
Una demostración total de buen rollo y compañerismo, y todo por una buena causa. Apoyar los proyectos que el comité de Andorra de Unicef tiene el Congo y Camerún. Así fue el segundo Champions for Unicef. Ya hay ganas de ver cómo será el tercer año que viene.