Las tradiciones deben mantenerse y más si funcionan. El MoraBanc Andorra 20/21 ha cumplido hoy con una que ya casi es un ritual. Para los que ya están en el equipo se trata de una manera de comprobar que todo está en el lugar que toca y que la identidad del equipo y de club se mantiene. Para los que llegan nuevos es un una experiencia iniciática en una cultura de club. Y todos, desde siempre, lo enfocan con buen humor aprovechando la jornada para construir química de equipo y para conocer las maravillas de las montañas del país donde trabajarán la próxima temporada. Y es que no pasa en todos los clubes que una semana después de empezar a entrenar los jugadores y los técnicos se marquen una excursión con bañito final en un lago, el lago azul, que está a 2.450 metros. El agua repara y purifica pero para algunos está muy helada y el baño y hacerlo juntos tiene un significado de lo que bebe, y nunca mejor dicho, la fuerza del vestuario. Hoy Llovet y Tyson se han marcado los saltos más espectaculares en el agua. El preparador físico Miguel Ángel Rodellar es el gran ideólogo desde hace una década de estas jornadas y tiene claro que “es un día que nos va muy bien para estar juntos e ir haciendo el equipo pero también creo que es importante que los nuevos jugadores tomen conciencia del país tanto espectacular donde están y que defenderán en la pista “.