A pesar de las bajas y la fuerte carga física de la pretemporada, el debut del MoraBanc Andorra generó excelentes sensaciones.
La victoria contra lLa Bruixa d’or Manresa (68-61) en Sant Julià de Vilatorta no fue tan importante como la sensación de que todos los elementos del equipo de Peñarroya pondrán todo cuanto este en su mano para que los seguidores que vayan el polideportivo de Andorra tengan una temporada inolvidable.
La imagen del equipo, el estilo, recordó en sus fundamentos básicos al que ha definido el equipo en los últimos años: intensidad, ritmo y apuesta por el juego colectivo.
A nivel individual, se pudo ver un Víctor Sada agusto con el rol de pilar de referencia en la dirección de juego y un Betinho extramotivado y ofreciendo un buen repertorio de su versatilidad y potencia. Las muñecas de Schreiner, Blanch, Navarro y Green demostraron tener la pólvora a punto y Trias acreditó que mantiene su idilio con casi todos los apartados estadísticos, en particular el rebote. Por otra parte los jugadores del segundo equipo Knezevic y los andorranos Toi Gabriel y Guille Colom respondieron a la exigencia del duelo.
Al terminar el partido los aficionados locales solicitaron a los jugadores para hacerse fotos y firmar autógrafos, sobre todo con Víctor Sada y Jordi Trias. Todo en un excelente ambiente de baloncesto.
El siguiente amistoso de pretemporada se jugará en Alguaire contra el FIATC Joventut.