El MoraBanc Andorra ha sumado hoy la 25ª victoria de la temporada ante el Melilla en la Bombonera en un partido que ha terminado 92-82, un resultado que no acaba de explicar la gran batalla que se ha vivido en pista. Se harta y se harta a Natxo Lezkano de avisar de los riesgos de la Leb oro, una competición llena de trampas que en la segunda vuelta se pueden convertir en trampas mortales. Y la marcha del equipo parece que le vaya desmintiendo porque ha ganado 25 partidos y ha perdido sólo 3. Pero el partido de hoy ha tenido el sabor completo de las grandes emboscadas que esperan los equipos de la parte alta cuando se enfrentan, como era el caso, con un equipo que lucha por no bajar y que ha cambiado bastante su plantilla en los últimos meses. Ya bien entrado el tercer cuarto las cosas estaban 42-51 o 44-53 y la sensación es que guiado por un demonio llamado Davis (ha sido espectacular) el Melilla estaba poniendo los cimientos para llevarse el triunfo de una Bombonera que hasta ahora contaba los partidos por victorias. El rumor de la incomodidad se respiraba en un ambiente que ha estado mucho más caliente y presente de lo que cabía esperar teniendo en cuenta la estampida de vacaciones de semana santa. Y lo cierto es que el equipo, con Andric en casi todas, ha empezado a defender mejor y poco a poco ha ido haciendo girar el partido a medida que el público, también, se ponía las pilas y empujaba como hace siempre. Y ya en el tercer cuarto, la situación ha pasado a tener control tricolor pero con la sensación permanente de estar masticando un limón por el buen trabajo del Melilla que jugaba duro y que no permitía que los de Lezkano jugaran a gusto en ningún momento. Al final del tercer cuarto 66-64 (al descanso se había llegado con 39-42) y los biorritmos ya eran otros. El último cuarto, hasta materializarse la victoria, ha sido un avance constante pero pesaroso del MoraBanc Andorra mientras los visitantes echaban de menos una marcha más para llevar la batalla hasta los últimos instantes. Un detalle que no puede pasar desapercibido de hoy y es que en el primer cuarto el marcador ofrecía un 23-13 que llevaba a todos los presentes a pensar que verían un partido plácido por el líder de la competición. Visto cómo ha ido, este inicio le ha ido mal al MoraBanc porque le ha dado información errónea de lo que venía a continuación. El mejor tricolor ha sido hoy Andric, que ha valorado 30, aunque en el último cuarto y cuando más falta hacía la presencia de Felipe Dos Anjos bajo canasta ha sido muy importante. El MoraBanc Andorra, a 6 jornadas para el final, visita el próximo sábado el Valladolid que hasta ahora ha ganado todos los partidos que ha jugado en casa. Una nueva batalla importante. A disfrutarla.