Día de contrastes. De aquellos en que las líneas de una crónica difícilmente pueden atrapar las emociones tan diversas que deja el partido. Muchas, muy intensas y muy diferentes. Por un lado, la versión más sencilla de lo ocurrido dice que el MoraBanc Andorra ha ganado por 91-84 el Cafés Candelas Breogán de Lugo en la Bombonera consiguiendo la 16ª victoria de la temporada (las mismas que hace dos años) y manteniendo viva la esperanza de jugar los playoffs si se gana en Málaga el próximo domingo. El partido ha sido tan disputado como se esperaba y los tricolores han tenido que sudar para obtener la victoria, nada que no se sepa en la Liga Endesa. Pero vamos a las emociones.
Al terminar el partido, y como es costumbre en el último partido de la temporada, los jugadores se han reunido con los aficionados en una celebración de lo que todos han compartido durante 10 meses. Nadie quiere que la temporada termine y el equipo irá con el cuchillo en los dientes en Málaga pero el último partido de liga esto ya es una tradición, la diferencia es que esta vez el encuentro se ha producido en medio de la pista después de que los jugadores hayan aparecido uno por uno. Para muchos de ellos, y no sólo por los aficionados ha sido un momento especial, porque nadie sabe que deparará el futuro y la experiencia ya nos ha dejado bien claro cómo cambian las plantillas de un año para otro. Por lo tanto, mejor hacer los deberes y dar las gracias en persona siempre es un ejercicio de energía positiva. Las imágenes de los jugadores con la afición en la pista han sido muy bonitas.
Y mientras todo esto pasaba. Mientras la memoria de los aficionados paseaba por una temporada con un título (Liga Catalana) y una hazaña extraordinaria (semifinales Eurocup) el Breogán lloraba su descenso a LEB Oro. Y el contraste ha sido gigante. La complicidad y alegría compartía espacio con el drama más absoluto que puede vivir un equipo profesional, el descenso de categoría. El Breogoan ha merecido más, seguro, pero su historia suele repetir.se en los equipos que bajan. Lesiones, mala suerte en muchos finales ajustados y la sensación de que no ha sido tan lejos del objetivo. Pero la clasificación golpea cruelmente los sueños si no van acompañados de resultados y eso le ha pasado hoy a los gallegos. Por proyecto y por afición, la sensación es que volverán pronto.
El partido? Ha sido un dolor de muelas terrible. El Breogán ha mandado durante tres cuartas partes del encuentro y, por momentos, parecía capaz de conquistar la BMB y alargar su lucha una jornada más. Atentos, intensos y jugando con inteligencia, los de Tito Diaz han sometido los tricolores durante más de 30 minutos. La evolución del marcador, como el algodón, no engaña. 9-15, 22-26, 30-38, 41-47, 53-57, 67-71 y hasta aquí. En los dos últimos parciales los de Ibon Navarro ya estaban por delante, sobre todo, porque se han puesto a defender con mucha más firmeza.
El mejor del equipo hoy ha vuelto a ser Moussa Diagne que está haciendo una temporada sensacional. El senegalés ha hecho 17 puntos y ha cogido 10 rebotes para 30 de valoración. 17 puntos y 17 de valoración ha hecho David Jelínek y 17 valoró Rafa con 14 puntos y 4 asistencias. También ha frío 17 puntos con muchas acciones de mérito Dylan Ennis.
El MoraBanc dormirá hoy sabiendo que en el rush final de temporada habrá demostrado a todo el mundo que a pesar del cargado del calendario y las muchas lesiones, el equipo luchará hasta el último segundo por el gran objetivo de la temporada.