Las cosas como son. Cuando David Eudal se hace cargo del equipo en medio de un auténtico tsunami emocional y con visita al Real Madrid y partido contra la imparable Penya en la Bombonera pocos, o ninguno, pensaban que los dos primeros partidos de liga para el técnico se contarían por victorias. Hoy el Joventut de Badalona ha caído por 91-72 en un partido en el que los tricolores han ofrecido una gran imagen desguazando por momentos a uno de los mejores equipos de la competición. De ésta y de la Eurocup. El MoraBanc ha llegado a fijar la diferencia sobre los 30 puntos en tramos de partido (3Q 79-49) y lo más importante es que la sensación es que la diferencia que indicaba el marcador era la correcta. Contaba lo que estaba pasando. Intensidad, acierto, una telaraña defensiva perfecta y, seguramente, un nivel salvaje de concentración y deseo que el Joventut quizás no esperaba. La valoración final del partido fue 111-72, una animalada. La Bombonera flotaba y surfeaba el sueño durante tres cuartos que han sido una gran exhibición y no olvidemos que, además, esta descompresión llega después de bastantes días de no ganar en casa y de sufrir decepciones finales en partidos en los que la victoria se podía haber quedado aquí. Buscando más argumentos para contar la noche redonda que se ha vivido hoy, resulta obligatorio detenerse en el carácter propositivo del equipo. El MoraBanc. Al igual que hace una semana en Madrid, ha salido a la pista dispuesto a seguir con todo detalle lo que quería hacer y todo ha salido exactamente como estaba previsto. Ha sido tan bueno el trabajo que el MoraBanc ha hecho sólo 2 puntos en los primeros 6 minutos y medio del último cuarto y todo ha quedado en una anécdota porque al final se ha acabado con el éxtasis habitual de dar la hamburguesa y todo . Y con mucha gente y con todo el mundo loco de contento. Parecerá que la crónica tiene un punto de P3, pero es que las descompresiones son así.
Yendo, por fin, al partido (un poco tampoco mucho que es tarde y no hace falta) el MoraBanc ha salido a ametrallar con altísima energía y mucha actividad el Joventut. Y ha salido adelante. En los primeros minutos pareció por momentos que podría haber intercambio de golpes pero no fue así. MoraBanc quería más y más y encontraba voluntarios en todo momento para ir apuntalando la obra. Nadie se ha acordado que Hannah y Morgan han reaparecido sin estar al cien por cien. El equipo, la fuerza del equipo, no lo ha permitido. 26-18 al finalizar el primer cuarto y 47-33 en el descanso. Y la sensación es que el MoraBanc podía ganar aún por más. Y lo ha hecho. Cuando las cosas han subido a los 30 puntos mencionados al inicio de la crónica se podían ver algunos aficionados emocionados en la grada porque el equipo, simplemente, estaba jugando perfecto. Es verdad que Oriol Paulí ha sido el corazón del equipo con 20 puntos y 25 de valoración pero hoy el gran protagonista ha sido el equipo.
El autor de la crónica, por quien haya tenido la paciencia de llegar hasta aquí finaliza aquí su trabajo enviando un mensaje al ministro Benazet. Si los datos lo permiten, esto lo primero, abra un poco el ocio nocturno que conviene.