Noche de muchas sensaciones hoy a la BMB. Por una parte el equipo ha hecho el trabajo y ha obtenido una victoria incontestable por 89-61 ante el Mornar Bar. Por la otra, y sin duda la más importante, la gente. Cerca de 200 personas había hoy animando al equipo. Sólo 200 en una instalación que acoge miles y que está habituada a hacerlo en los partidos del equipo. Pero es que cada detalle de la presencia del público hoy ha sido un regalo. Mutuo. De los jugadores a la grada y viceversa. Una sensación muy emocionante y difícil de describir. Hacía 374 días del último partido con público que había jugado el MoraBanc Andorra. Mucho tiempo, incluso admitiendo que la pandemia es un enemigo imbatible. Hoy, durante 40 minutos y no de forma completa por qué en el pabellón éramos poquitos, hemos vuelto a ser como éramos. Y eso, es difícil de batir como titular de la noche en las circunstancias en que la vida nos ha puesto a todos juntos desde hace ahora un año. Sea como sea, y desde el punto de vista deportivo el gran partido de los tricolores quedará siempre marcado para que hoy el equipo ha quedado eliminado de la Eurocup porque Herbalife Gran Canaria ha derrotado a Unics Kazan en el último partido del grupo. La victoria de los canarios signifca el adiós a la competición europea esta temporada y quedarse a las puertas de lo que hubieran sido los segundos playoffs Eurocup de la historia del club. Por lo tanto, la noche es una coctelera salvaje de sensaciones porque, además, en los partidos ACB no está permitida aún la presencia de público y podría ser que tardemos en ver escenas tan bonitas como las de hoy. La eliminación puede convertir la crónica del partido en una especie de repaso superfluo. Pero no es así. El equipo que hoy ha destrozado a los montenegrinos ha ofrecido una imagen muy parecida al que reventó el Valencia en el último partido en casa. Un equipo que sabe esperar su momento en el partido, que defiende con el cuchillo en los dientes y que juega a un ritmo altísimo los 40 minutos. El Mornar se ha encontrado en el primer cuarto con un MoraBanc que no acababa de anotar fácil pero enseguida ha visto que aunque los de Ibon Navarro no hubieran arrancado con inspiración era muy complicar hacer daño regularmente a la defensa andorrana. Y de esta manera el partido ha transitado siempre bajo dominio tricolor. Mornar no encontró, más allá de arrebatos individuales, la manera de hacer frente al caudal físico y el juego coral local. Los parciales no dejan espacio a demasiada duda. Al igual que el dominio en el rebote ha dado aún más riqueza al juego tricolor. El máximo anotardor hoy ha sido Senglin con 16 y 17 de valoración que es lo mismo que ha valorado Palsson en un reparto de responsabilidades muy coral. El MoraBanc Andorra no puede permitirse el lujo de desanimarse. Queda la liga y queda mucha liga. Empezando por el partido del domingo a las 19h en Sevilla en la pista del Coosur Betis.