El MoraBanc Andorra ha ganado hoy por 88-82 a la Hereda San Pablo Burgos en la Bombonera sumando una victoria muy importante ante un equipo que está llamado a luchar por subir de categoría. Eso sí, el partido es fácil de explicar y al mismo tiempo complejo. La párte fácil es la estrictamente descriptiva y Natxo Lezkano la ha expuesto muy bien en la rueda de prensa “tres cuartos muy buenos y uno muy malo”. Y es que amigo lector de esta crónica el tercer cuarto avanzaba con el MoraBanc Andorra dominando por más de 30 puntos de diferencia y disfrutando del partido como Gene Kelly de los charcos. El equipo tricolor estaba volando por la pista, flotaba y contaba con un héroe inesperado. Felipe dos Anjos ha valorado hoy 41 con 22 puntos y 11 rebotes. El MoraBanc ha completado una excelente primera parte y al descanso se ha marchado con un 50-38 bien bonito. Muy buenas piernas atrás, defensa de libro sobre Mahalbasic y ritmo, tiro de tres y Felipe en ataque. Andric ha sido también un gran abrelatas hoy. Y el partido fue no bien, sino muy bien. Enfrente un Burgos lleno de jugadores de talento y expertos naufragaba por completo. De modo, incluso, algo sorprendente para los que hoy esperaban un choque de trenes. Y en ese tercer cuarto en el que todo era un vals de Strauss y con el público disfrutando de lo lindo las reservas de energía del equipo de Lezkano han mermado mucho. Demasiado para mantener mínimamente el ritmo si Burgos no se rendía. Y los visitantes, y tiene mérito con la que les estaba cayendo, han querido acabar con dignidad. Y lo han conseguido sobradamente dominando el último parcial con contundencia endureciendo la defensa y con un Hermansson poseído en los triples, ninguna novedad por otra parte porque este jugador es así. Pero la almohada era tan grande que la victoria se ha quedado en casa, eso sí, provocando que el sabor dulce con que todo el mundo estaba seguro de que iba a casa se ha amargado un poco. Pero, y aquí es donde se necesitan las gafas de lejos, ganar al Burgos sin Maric ni Luz y sin sufrir lo hubiera firmado absolutamente todo el mundo. Y esto es lo que ha pasado. Semana próxima sin partido por ventana FIba.