A pesar de la lucha, a pesar de la buena predisposición del equipo al inicio, al final el sueño no se ha podido hacer realidad en La Fonteta. La derrota por 88-62 ante el Valencia Basket deja claro que el equipo de Joan Peñarroya está en la línea de dar algún día una sorpresa de estas características pero para ello deben darse las condiciones de un partido redondo . Y hoy no ha sido el caso. El Valencia Basket de Pedro Martínez es una montaña grande, y más en casa, y escalarla no es nada evidente. Ha sido un partido con poca historia y escrito con tinta naranja todo el tiempo.
Desde la puesta en escena, los de Pedro Martínez han mostrado más determinación y apuntó claramente a un rendimiento alto. El MoraBanc Andorra no ha encontrado y registro en ningún momento para poder ofrecer un buen réplica. La primera parte ha anunciado lo que sería el encuentro. Los tricolores han ofrecido resistencia al inicio, al menos han podido cortocircuitar un poco el ataque local pero la canasta se veía muy pequeña por parte andorrana. Y las diferencias han comenzado a aparecer. En ningún caso aparatosas. Pero ya mostrando una tendencia que ya no cambiaría durante el resto de los 40 minutos. El 16-10 de los primeros 10 minutos ofrecía muchas pistas. Shermadini tena mucha y buena vigilancia (aunque esto ha sido el mejor tricolor con 16 puntos y 6 rebotes) y en la dirección, tanto Albicy como Schreiner comprobar en cada acción que el partido sería un martirio. El segundo cuarto misma tónica con la aparición confirmada de los ejecutores por parte del Valencia. Dubljevic (18), Pierre Oriola (17) y Rafa Martínez (15).
De la mano del repertorio y por mucho que aparecían algunos arrebatos andorranos por parte Burjanadze (12 puntos y 4 rebotes) y del siempre efervescente David Walker (10), el partido ya se ha empezado a romper. La superioridad en el rebote ha sido clara y la inteligencia con que se han ejecutado las acciones era muy superior por parte naranja. 38-37 al finalizar los primeros 20 minutos. El tercer cuarto, al inicio, ha parecido que el Morabac Andorra podía llegar a asustar un poco el Valencia. Pero ha sido un espejismo. Al terminar el cuarto la diferencia ya estaba en 17, 59-42. El último cuarto ha tenido poca historia. El Valencia Basket ha ido gustando mientras MoraBanc Andorra sufría y el pública iba disfrutando de la fiesta. Una situación que cuando la tienes a favor se fantástica y cuando la tienes en contra cuece como alcohol en carne viva. Los 26 puntos de diferencia, 88-62, son una guía de lo que no se puede permitir este equipo si algún día quiere conquistar plazas tanto complicadas como la Fuente de San Luis.
El próximo domingo a las 12h30, en la BMB, nueva oportunidad de animar al equipo y de disfrutar juntos de la magia de este arranque de temporada en casa. El rival lo vale, es el UCAM Murcia de Facundo Campazzo.