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Gran victoria. De las que llevan a los aficionados a dormir con una sonrisa de oreja a oreja. Además conseguida en una pista donde no se había ganado al equipo local y teniendo como consecuencia la entrada de lleno de los tricolores en la lucha por el playoff. El 85-92 final es el reflejo de un partido muy completo de los de Ibon Navarro que han ido encontrando voluntarios para asumir responsabilidades a medida que avanzaba el partido. La cara del Morabanc de hoy se parece bastante a la idea de que el entrenador y el General Manager imagionaron el verano pasado. Ritmo, defensa, dureza y juego coral con Hannah de capitán general cuando sea necesario uno. Y así ha ido el partido de hoy. La puesta en escena del MoraBanc Andorra ha sido sólida. Muy seria desde el salto inicial dando la sensación de llevar el partido muy bien preparado delante y detrás. Unicaja sufría y no encontraba la manera de generar ventajas a pesar del mucho talento que tenía en pista y por parte del MoraBanc Andorra ha habido mucho acierto en jugadas de final de posesión, de aquellas que hacen daño al rival. Aunque controlaron muy bien a Hannah en el primer cuarto, el relevo lo ha cogido un Sernglin que ha tenido una irrupción salvaje en el partido con 12 puntos. El 10-24 de final del primer cuarto ha dejado paso a un 10-26. Las cosas iban muy bien y siempre es mejor empezar bien que mal pero obviamente quedaba mucho y había que contar con una reacción local. El 25-31 ha sido la concreción de este despertar. Ibon ha pedido tiempo muerto en este momento. Y lo cierto es que no ha sido sencillo contener a corto plazo el poder local, que ha llegado a acercarse 31-35, pero los tricolores han ido sobreviviendo por delante guiados, en este tramo, por un Tyson Pérez muy acertado desde la línea de tres. La buena noticia en el descanso (37-45) es que Unicaja había querido dar un puñetazo sobre la mesa y no había podido. Brizuela, Jaime, Waczinsky, Bouteille, Abromaitis, Thompson … El repertorio local es variado Y mantenerlo más o menos bajo control era el reto antes de comenzar la segunda parte. Aunque el Morabanc ha podido mantener la mirada, el arranque del tercer cuarto tenía demasiado intercambio de canastas. Una tendencia que no estaba claro que era más favorable a los locales. Y así se llegó al 54-55. El empuje local no ha cesado, tal y como era de prever. El marcador al final del tercer cuarto era 59-61. Por una parte Unicaja podía sentir que iba cortando el árbol despacio pero por el otro el MoraBanc también podía sentir que había resistido por delante a pesar de las fuertes sacudidas de los de Katsikaris. Ver qué relato imponía presentaba un último cuarto apasionante. Faltando 5:56 los de Ibon Navarro, que iban reconstruyendo y encadenando sus amenazas ante el talento local, el marcador mostraba un 72-76 que indicaba Unicaja que debería poner lo mejor que tenía si quería conseguir la victoria. Y a pesar de la lucha de los malagueños, que no se han rendido por puro orgullo competitivo, al final el MoraBanc Andorra ha ganado muy justamente. Ha sido mejor. Ha jugado mejor. No siempre esto da premio pero hoy sí. El mejor, con 24 de valoración y 20 puntos ha sido Hannah a nivel individual pero hoy el destacado es el equipo. Mañana toca viaje a Murcia donde el sábado continúa la aventura de esta apasionante recta final.
