Empezar fuera una competición tan corta como el Top 16 siempre tiene una doble versión en el análisis de la previa. Por un lado se puede pensar que ganar siempre es muy complicado y que se puede jugar sin tanta presión. A la inversa, una derrota (el más pronosticable) convierte el primer partido en casa en un reto terriblemente complicado porque una derrota podría dañar mucho las opciones de jugar el playoff. Hoy el MoraBanc Andorra se ha ganado el derecho a soñar con pugnar por ampliar lo máximo posible su ticket en esta Eurocup. La victoria por 81-87 en la pista del Cedevita de Zagreb se debe considerar como justa porque el MoraBanc es quien ha mandado o quien ha marcado la pauta y el ritmo del partido en casi todo el partido. Y eso teniendo ante un equipo con tanto talento como el croata es realmente remarcable. Pero el triunfo fue sufrido y ha tenido mucho más intríngulis de lo que parecía tal y como avanzaba el último cuarto. Con 62-76 (la máxima tricolor ha llegado a ser de 18) y faltando 8:32 para el final David Jelínek ha visto como le fallaba la rodilla izquierda en una acción de ataque. Se ha tenido que retirar muy dolorido y las alarmas se han encendido. Para él, que sufría mucho, y también por sus compañeros que han acusado mucho el golpe de ver a su compañero sufrir. Y de esta fuente ha ido tirando el Cedevita que a base de empujones y ayudado por el desconcierto tricolor llegó a empatar a 81 faltando poco más de un minuto. Pero el último minuto ha sido totalmente por los de Ibon Navarro que cuando más falta hacía han cogido fuerte al partido con buenas acciones de Moussa, Walker y Shurna y han acabado ligando la victoria. Sorprendentemente, cuando más ha parecido que el temblor lo destrozaría todo ha aparecido la calma y la tensión competitiva necesaria para atar la victoria. El marcador, como el algodón, no engaña si el análisis cuarto a cuarto: 25-27, 40-49, 59-73 y 81-87. Victoria totalmente merecida exceptuando el paréntesis que ha generado el impacto del momento Jelínek. Y los méritos han venido desde la solidez de saber interrumpir el mucho talento local y de tomar buenas decisiones en ataque.
Pero la crónica de hoy pasa forzosamente por un nombre propio. Andrew Albicy hace muchas cosas a menudo y no todas salen a la estadística, hoy ha valorado unos estratosféricos 37. Con 22 puntos con 8 asistencias (6-8 triples). Él ha sido el faro que ha guiado al equipo hasta una victoria muy importante. Relevante ha sido el papel de Dylan Ennis con 15 puntos y 9 rebotes o los 15 de Shurna. Jerome Jordan no ha tenido minutos hoy pero seguro que los tendrá en Santiago de Compostela este domingo.
Esta madrugada el equipo inicia vía Eslovenia con escala en Alemania antes de ir a Barcelona su viaje de regreso a casa. Mañana hacia media tarde se le harán pruebas a David Jelínek para saber el alcance de su lesión. El trabajo tendrá poca parada porque el domingo espera del Obradoiro, una pista siempre muy complicada pero un nuevo reto para mantener la buena línea.