Los partidos de verano son sólo eso, partidos de verano. No tienen ninguna relevancia en el cómputo global de una temporada. Y por mucho que lo vayamos repitiendo el tópico no dejará de estar sometido a las emociones propias de la pretemporada que es un tramo del año en el que las ilusiones y las ganas por lo que vendrá pronto se ponen en marcha. Y está muy bien que así sea. Ganar por 81-76 el IV Trofeo de Encamp ha sido, desde este punto de vista, una operación excelente para este MoraBanc Andorra en construcción. Pese a las expectativas del equipo no hay que olvidar que los tricolores militarán en Leb Oro y hoy han ganado un buen equipo de la máxima categoría en Francia como Elan Bearnais Pau Laq Orthez. El partido ha tenido muchas alternativas y una parte para cada equipo y cuando esto suele ocurrir es siempre mejor que mandes en la segunda y no en la primera. Y eso ha hecho el MoraBanc Andorra hoy después de irse por debajo por 32-43 al descanso. Los franceses habían impuesto una exigencia física elevada en los dos primeros cuartos y estaban ahogando las posibilidades de los de Lezkano. Tras el descanso todo ha cambiado y el MoraBanc ha empezado a leer bien el nivel de contacto del partido y de la mejora defensiva, como suele ocurrir, ha venido la mejora en el ritmo y el acierto. El tercer cuarto ha sido vibrante y la gente que se ha acercado al Pas de la Casa ha disfrutado de un juego eléctrico y muy atrevido. Poco a poco la ventaja visitante se ha reducido para dejar paso a unos minutos de equilibrio ya un último cambio de marchas tricolor en los últimos minutos para ligar un triunfo que, por negarlo, ha hecho gracia. Charlar de los jugadores que han destacado no es fácil porque todo el mundo ha puesto mucho de su parte. Además, las contribuciones se fueron encadenando y hubo jugadores que tuvieron su momento durante el partido.