Noche muy dura y muy difícil hoy si eres del MoraBanc Andorra. El equipo ha perdido con el Baxi Manresa por 79-82 un partido que ha dominado durante buena parte del encuentro y que se ha escapado en la recta final por la fe y la confianza del Manresa y por el contraste con los nervios locales . Como decimos habitualmente por aquí, es baloncesto y no es ninguna injusticia porque el Baxi ha ido a por el partido y se lo ha llevado cuando tocaba oliendo la sangre, Aprovechando los temblores locales en forma de balones perdidos, de tiros libres fallados y sobre todo de unas ganas irrefrenables que terminara el partido. La victoria, y más en un juego con las alternativas del baloncesto, es huidiza y poco amiga de quien no la va a buscar. Es posible que alguna vez te caiga en las manos pero en un duelo como el de hoy quien la va a buscar, el equipo que está en buena dinàmica, se la lleva. Y es que hoy, no puede negarse, durante 35 minutos los de Ibon Navarro han hecho un montón de cosas bien para llevarse el triunfo, Buena defensa, activa e intensa y capacidad para usar el perímetro cuando ha sido necesario. Mucho ritmo también. Piernas y manos que convertían los ataques visitantes en carreras de obstáculos. Pero en los últimos 5 minutos las dudas han permitido encontrar una grieta al Manresa para entrar en el partido y lo ha hecho hasta llevárselo.
Yendo a los números. La puesta en escena ha sido claramente para los de Pedro Martínez, que han llegado a estar 9 puntos por encima, 12-21. Muchos nervios e imprecisiones en el MoraBanc y más calma en los manresanos. Pero en el segundo cuarto el partido ha dado la vuelta. Y como un calcetín. Tunde se ha puesto a defender fuerte y Hannah y Crawford han entrado en una fase de mucho acierto desde la línea de 3 puntos. Y se ha pasado de un 21-26 a un 47-33 ante una Bombonera enloquecida. El tercer cuarto el Manresa ha mostrado cartas nuevas. Se ha decidido a no dejar jugar a Hannah y lo ha conseguido pero sin embargo el MoraBanc ha ido encontrando soluciones a cada problema no desfalleciendo nunca en el defender siempre al límite. Y el último cuarto no iba mal pero Manresa no estaba muerto, ni siquiera groggy. Y del 71-59 que auguraba un final de partido amable en clave tricolor se ha pasado al 79-82 final que duele mucho.