Hoy es uno de esos días que todo el mundo que ha ido a la Bombonera (el público como siempre de 10 cuando ha tocado collar) se ha ido con esa cara de no tener muy claro lo que acababa de pasar. Y lo que ha pasado es que el MoraBanc ha perdido por 78-82 con el Almansa en un partido que ha dominado siempre excepto los últimos 3 minutos. Un análisis rápido dirá que ha pasado exactamente e hilo por punto lo que Natxo Lezkano lleva meses avisando: La leb es una categoría muy traicionera y estas cosas le pasan a todo el mundo. No era lógico pensar que el MoraBanc forma parte de una nobleza a la que las desgracias le pasan de largo. No va por ahí y hoy la recta final del partido ha sido una buena muestra de ello. Los visitantes han jugado muy bien, liberados y sin presión y se han aprovechado de los nervios de un tricolores que, admitió, tenían la obligación de ganar. O cuando tienes la obligación de ganar casi siempre pierdes, como ha ocurrido. Alertaba a Lezkano en la previa de que había mucho ruido en el entorno del equipo por la gran victoria en Valladolid y por la derrota de Palencia que dejaba por delante una recta final que en clave andorrana. Y pese a la buena preparación al respecto, por alguna grieta esto se le ha colado al equipo, que ha jugado con prisa y nervios cuando menos tocaba y que no ha logrado encontrarse cómodo en ningún momento en pista. Por otra parte, dominar siempre el marcador (+17 ha sido la máxima) ha podido llevar a tener una cierta sensación de control que no era cierta como ha demostrado la tozudez y gran juego final de Almansa (20-32 por los visitantes en el último cuarto). Sea como fuere, la derrota es la primera en casa y hoy las caras eran muy largas al final pero esta aventura sigue viva y con el MoraBanc líder y dependiendo de sí mismo para subir de categoría. Y este es el titular para empezar a trabajar el lunes con la vista puesta en el partido de Oviedo del próximo fin de semana. Lo mejor hoy fue Felipe, que valoró 24 sin parecer dominar el juego como otros días. Yendo a la evolución del marcador, como decíamos, el 20-10 del primer cuarto ha sido un espejismo. La clasificación y las sensaciones han enviado mensajes contradictorios al MoraBanc. El partido no se ha roto en ningún momento por el buen trabajo visitante, sobre todo por eso. En el descanso 41-33 y al final del tercer cuarto 58-50. Hasta llegar al desenlace que ha dejado a todo el mundo helado, probablemente por falta de costumbre. Hacía muchos meses que no se perdía un partido en casa y no es nada malo que no nos guste nada esa sensación. Ya va bien. A ver si la perdemos de vista hasta la próxima temporada como mínimo que eso querrá decir que hemos subido de categoría.