Es la crónica de un partido y es la crónica de un día muy triste. La explicación con palabra escrita de un momento muy complicado de describir. Con 75-75 en el marcador, Gio Shermadini ha anotado una canasta que ponía el 75-77 definitivo en el marcador y que dejaba a todo el mundo en shock absoluto. Una derrota quería decir que el MoraBanc Andorra bajaba a LEB oro y se había producido de la forma más cruel posible para un equipo que había convertido el sufrimiento y la resistencia en su hábitat en las últimas semanas. Y hoy igual. Los de Òscar Quintana han trabajado y trabajado para nivelar primero y darle la vuelta después a un partido que estaba muy complicado por el nivel del rival que es un auténtico equipazo. Y han remado y remado hasta llegar al final con opciones de ganar. Y la canasta de Shermadini, muy controvertida por otra parte, ha decidido el partido. Además ha sido una leyenda del club como Shermadini decorando de mayor surrealismo aún la escena. Y todo el mundo ha quedado paralizado. Inmediatamente no estaba claro que debía hacerse porque los jugadores querían seguir luchando y ya no podían. Daba igual si el arbitraje, de nuevo, había vuelto a ser una vergüenza en el tramo decisivo de partido. Y eran igual los otros resultados. Todo había terminado en ese instante. Ya no quedaba nada más a lo que agarrarse. El equipo había descendido a LEB oro. Deportivamente una noticia muy dura después de 8 años maravillosos en la liga ACB. En muy pocos segundos los jugadores han empezado a ser conscientes de lo que ocurría y han arrancado a llorar paulatinamente. Han intentado mirar a derecha e izquierda buscando un escenario que permitiera mantener la espada alzada pero no la había. l Y han empezado a llorar. Y el público bajó a la pista a consolarlos. A reconocer la lucha que le han puesto. Y las lágrimas se han compartido. Y las lágrimas de unos y otros han parecido ser los afluentes del río por el que navegará el club para recuperar su sitio en la Liga Endesa. La frustración por la derrota, por el arbitraje, porque ha sido Shermadini y por todo ello ha quedado multiplicada por mucho cuando Coosur Betis ha ganado en Bilbao. Este resultado combinado con una victoria local daba la permanencia. Muy duro. Muy complicado de digerir.
¿El partido? Queda lejos y borroso pero ha sido intenso y ha hecho justicia a lo esperado. Los visitantes han estado siempre por delante salvo una vez faltando ya muy poquito. En el descanso un 28-41 que parecía una montaña muy difícil de escalar pero este MoraBanc cree y cree más allá de lo que nadie puede imaginar y mejorando detrás y en el rebote se ha hecho merecedor de la victoria. Y en el rostro o cruz ha ganado Tenerife. Y la próxima temporada el MoraBanc Andorra jugará la LEB oro.