El MoraBanc Andorra no pudo ayer despedir la temporada como deseaba ante su afición. Tras el encuentro los jugadores, al igual que la temporada anterior, agradecieron a los seguidores el apoyo recibido durante toda la temporada. Y el acto fue bonito, natural, sincero y cercano. El remate de una temporada en la que se ha conseguido la permanencia en la Liga Endesa de forma holgada pero en el que no se puede ocultar que las expectativas creadas tras una sensacional primera vuelta han quedado por debajo de lo esperado. Y esto provoca que aunque el balance sea exacto a la temporada anterior las sensaciones sean peores.
El MoraBanc Andorra perdió ayer por 74-84 ante un Río Natura Monbús Obradoiro que se mereció la victoria desde el principio. Más bien organizado, más sólido y con una idea más clara, los gallegos consiguieron ganando en la BMB la salvación matemática en la liga Endesa. Las ventajas visitantes fueron la constante desde 40 minutos. Los de Moncho Fernández anestesiaron del todo al equipo andorrano a base de frenar las jugadas de pick and roll con Gio Shermadini que tan buen resultado habían dado las últimas semanas. Parado en su caudal principal, el equipo andorrano terminó el primer cuarto por debajo y con malas sensaciones 14-24. La sensación que se extendía por la BMB era que el equipo estaba lejos de lo que pedía el partido. Y que tenía margen para jugar mucho mejor pero había que hacerlo. Había que llegar a tener la posibilidad, sin embargo, de incomodar a un rival con el libreto bien aprendido y que hizo muy bien las cosas.
El segundo cuarto mantuvo dinámica. Firmeza gallega y dificultades e incomodidades visitantes. Cada acción en ataque de los de Peñarroya era un drama para encontrar cesta en este punto de encuentro. En contrapartida, los gallegos iban resuelven los problemas que planteaba la defensa tricolor con aportaciones de varios jugadores pero sobre todo con un Bendzius excelente que acabó con 23 puntos y 25 de valoración. Por parte local, sólo Bogdanovic, que hizo 21 puntos, parecía tener la determinación necesaria para atacar la canasta. El equipo se mostraba apático y gris. Y en este contexto, el 32-39 con que se llegó al descanso no parecía un castigo demasiado duro.
La reanudación no subrayó ningún cambio de dinámica. En ningún sentido. La dureza y consistencia visitantes mandaban. Las sensaciones no mejoraron. Y el partido, con algún arrebato no concretado en reacción firme por parte de los de Peñarrroya, fue acercándose hacia el final con incontestable dominio del Obradoiro. El final del tercer cuarto registraba un 49-61 que no alimentaba una grada con ganas de pasarlo bien pero que activó algún silbido de desaprobación. Las ganas, hiperactividad y compromiso de Beto (el mejor ayer con 18 de evaloració) fueron de lo poco que se puede rescatar de un último cuarto triste. Al final, el Río Naturaleza Monbús Obradoiro se acabó imponiendo por 10 puntos de diferencia y pudo celebrar la permanencia en la Liga Endesa tras sufrir mucho la segunda vuelta.
A pesar de tener el espíritu dolorido, los jugadores y el cuerpo técnico agradecieron el apoyo de los aficionados esperando a la puerta una vez terminó el partido. Los seguidores se pudieron tomar fotos con sus ídolos y citarse para seguir disfrutando del baloncesto en el mes de octubre. El MoraBanc Andorra cierra la temporada el próximo domingo en la pista del Valencia.