Derrota hoy del MoraBanc Andorra en Miribilla por 74-71 en uno de esos partidos con muchos partidos dentro que al final se ha decantado ajustadamente para el equipo local. Durante muchos minutos el MoraBanc se ha visto lejos del Surne Bilbao y sin mostrar demasiada capacidad para ganar el partido. Las sensaciones del primer partido post brote de Covid hacían pensar que hoy la tarde sería complicada pero no fue así. Ni mucho menos. El equipo ha tenido el coraje, a pesar de no estar muy fino de cara a canasta, de luchar hasta el final y estar muy cerca de conseguir una victoria que realmente hace falta en el equipo a día de hoy.
El primer cuarto ha dado pistas del guión de partido que convenía al MoraBanc Andorra. Los hombres de Ibon Navarro hoy no estaban por un partido de grandes exhibiciones en ataque y ser competitivos pasaba por ser sólidos detrás. Como suele ocurrir, cuando se ha descifrado el ataque local se ha atacado mejor pero el equipo se ha mantenido en partido con arrebatos de jugadores como Crawford, Nakic o Colom. El 23-16 de final reflejaba que los locales tenían más energía y verticalidad. Y quizás más piernas, porque saber exactamente cómo tenía el contador de fuerza el equipo tricolor después del Covid era uno de los melones que había que abrir durante el partido. El segundo cuarto no ha traído buenas noticias en este sentido y se ha visto al MoraBanc lejos de los locales, en un momento dado lo suficientemente lejos como para preocuparse, 40-25. El aro del Surne Bilbao Basket parecía cerrado a caly canto y por mucha voluntad y organización que se pusiera detrás el dominio era de los de Àlex Mumbrú que iban haciendo. Las buenas defensas de los últimos dos minutos de segundo cuarto no han venido acompañadas de canastas y el 40-29 del descanso, al igual que al final del primer cuarto, explicaba el partido que se estaba viendo. Este espesor tricolor, aparte de por haber venido justitos, también se podía explicar por los 0 puntos de un Hannah muy incómodo y vigiladísimo por el Bilbao. Y el tercer cuarto arrancó con sensaciones similares. Bilbao mandaba y el MoraBanc se trabajaba oportunidades que en ataque, donde todo seguía siendo muy gris, no se concretaban en rebaja de la ventaja. El 57-42 a mitad de cuarto volvía a ser un aviso de las intenciones de irse de los vascos. Pero si tienes a Clevin Hannah en tu equipo ya sabes que los partidos pueden cambiar la dinámica en un momento. 17 puntos en 4 minutos de locura del base norteamericano han puesto dos veces a 7 puntos al MoraBanc, 54-47 y 56-49. Al final del tercer cuarto 59-49. Y lo cierto es que visto que el dominio del Surne Bilbao había sido constante durante el partido podía parecer que la reacción a golpe de genio (él es un genio) de Hannah podía quedarse aquí. Pero no fue así. Al petitet después le ha acompañado el equipo. No con acierto ni con otra exhibición individual pero sí con trabajo y defensa. Y fe para seguir insistiendo. Y el último cuarto se le hizo muy largo al Bilbao que pensó dos o tres veces que tenía el partido ganado y no era verdad. El MoraBanc ha vuelto una y otra vez. Y a base de trabajo se han generado muchas oportunidades de ganar pero ha faltado un poco de magia para concretarlas. No mencionar que el partido, que pareció equilibrado en cuanto a dureza, registró un 24 a 8 en el cómputo global de tiros libres que alguna influencia habrá tenido en el resultado final porque de manos en defensa se han puesto muchas, pero en ambos lados de la pista. El hartón de remar del equipo le ha llevado hasta un 72-71 a 18 segundos que se ha acabado transformando en 74-71 al final. Lo mejor a nivel individual los 22 puntos de Hannah en la segunda parte aunque el más valorado fue Víctor Arteaga con 18 gracias a los 14 puntos y 9 rebotes que acreditó. La semana no tiene partido europeo porque el enfrentamiento del martes contra el Slask Wroclaw ha sido aplazado por los casos de Covid de los polacos. El domingo a las 17h30 en la Bombonera el equipo juega contra el Bitci Baskonia.