El MoraBanc Andorra confirmó esta noche su remarcable temporada en Eurocup superando los octavos de final de la competición. Los de Òscar Quintana han ganado por 74-64 al Buducnost en un partido basado en la defensa, la energía y el control del rebote en una muy buena segunda parte. No ha sido una de esas victorias en las que todos los jugadores acaban reconciliándose con la confianza. No ha ido por ahí el partido. Bien, sobre esta afirmación deberíamos hacer la excepción con Hannah que ha encontrado su versión clucth en los momentos claves y ha ayudado a ganar al partido haciendo de líder, lo que es. Pero en líneas generales, y sobre todo durante la segunda parte, el gran trabajo detrás del equipo le ha procurado muchas opciones para sentenciar que no se han podido aprovechar precisamente porque como explica Òscar Quintana, los jugadores llevan “una mochila con muchas piedras”. Y sin embargo se han sabido tocar las teclas necesarias para una victoria que hace que el equipo siga vivo en la Eurocup y que debe dar confianza al equipo por el trascendental duelo del domingo en casa (12h30) contra Hereda San Pablo Burgos.
Qué el equipo tenía ganas de hacerlo ha quedado claro desde los primeros instantes de partido. El tsunami emocional, que es lo que ha sido, que representa el adiós de David Eudal y la llegada de un nuevo entrenador no ha tenido consecuencias en la actitud de los jugadores. Más bien al contrario. Las sensaciones de la derrota del pasado sábado en casa ante el Betis fueron tan malas que para pasar página había que jugar un buen partido. Y lo primero que tengas delante es donde primero debes intentarlo. La igualdad ha sido la tónica predominante de los dos primeros cuartos pero con Buducnost marcando la pauta siempre. Los visitantes se pasaron bien el balón en la primera parte y tuvieron acierto de fuera. Fruto de ello el 23-26 y el 35-39 con el que han terminado los dos primeros cuartos. No se sabe que se ha dicho en el vestuario del MoraBanc Andorra en el descanso pero se ha tocado la tecla que tocaba. El equipo ha empezado a llegar a defensas en las que no llegaba la primera parte. Los visitantes giraban y giraban la pelota sin encontrar lanzamientos cómodos y poco a poco las cosas empezaron a cambiar. La recta final del tercer cuarto ha sentado las bases de la victoria. El 58-51 después de 30 minutos no resolvía nada pero cuando se entró en el momento caliente, un equipo tenía a Hannah (21 puntos) y el otro no. Y a Moussa, que ha sido hiperactivo en defensa, justo lo que le pide Quintana que haga. Y ahora en Europa cabe esperar el resultado del Gran Canaria-Slask Wroclaw que se juega mañana. Si como se espera los canarios ganan serán los anfitriones de nuevo contra los tricolores en cuartos, si ganan los polacos el partido se jugaría en la BMB. Pero vamos, esto queda muy lejos ahora. Todo el mundo está pensando sólo en domingo y en ganar a Hereda San Pablo Burgos para seguir soñando con la permanencia en la ACB.