Al final es un partido más de pretemporada. Uno de aquellos que en el mes de febrero quedarán perdidos en el mar de datos y sensaciones diversas que deja una temporada. Pero a pesar de admitir que es eso y nada más, un partido de verano en medio de la parte más intensa de la preparación, ganar al Barça siempre deja un sabor dulce. Por el potencial enorme del rival que, además, esta temporada se ha visto reforzado por la categoría de las incorporaciones que han hecho los azulgrana. Cierto es que los de Pesic van más cortos de preparación, que no cuentan con los internacionales, pero … no le ponemos agua al vino … ganar el Barça hoy en Sant Julià de Vilatorta hará que los bomboneristes vayan a dormir con el cuerpo bien posadet. El 69-71 final se explica por el buen trabajo tricolor en un partido que, como ocurre siempre en estas fechas, se ha jugado a empujones y con buenos y malos momentos de los dos conjuntos. La salida de los de Ibon Navarro ha sido fulgurante con un 2-13 que hacía augurar buenas cosas en la noche en Sant Julià de Vilatorta. Muchos cambios, previstos ya previamente, daban intensidad en el juego pero a la vez generaban poca continuidad. Lo mencionado, un clásico de la pretemporada.
Y el Barça ha jugado duro, como hará toda la temporada, y el marcador se ha ido igualando hasta dar ventaja azulgrana al descanso por 31-29. El arranque del tercer cuarto ha sido pletórica por parte del MoraBanc Andorra con lluvia de triples incluida (5 seguidos). Y el marcador y el partido ha cambiado. 40-48, 49-59, 50-61 … el relato del partido ha pasado a hablar tricolor. El Barça ha reaccionado al final en un nuevo giro del partido pero no ha podido dar la vuelta. Sendas ha hecho 12 puntos y ha asumido responsabilidad en momentos clave. Destacar jabalí es justo por la relevancia que ha tenido el final pero ha sido una actuación coral de un MoraBanc Andorra que ha mostrado que irá con el cuchillo en los dientes toda la temporada.