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El apoteosis no es una herramienta que esté a disposición de los que tienen la suerte de vivirlo. Es caprichoso y huidizo. Pero cuando llega lo hace con toda su potencia y exhuberancia. A menudo salvaje. Todo esto para decir que el MoraBac Andorra ha tenido que ir muy lejos para encontrar su apoteosis particular. Tan lejos como Canarias. Los hombres de Peñarroya han ganado esta tarde por 64-90 en la pista del Herbalife Gran Canaria que había ganado 10 de los últimos 12 partidos de liga. La segunda parte del partido será recordada mucho tiempo por los aficionados tricolores que han tenido la suerte de ver el partido por televisión. El repertorio, la intensidad, la convicción y hasta la sonrisa con el que juega este MoraBanc Andorra contagia a cualquiera y hoy ha sido demasiado para un Herbalife que no sabía muy bien cómo cubrirse ante la tormenta de juego que le estaba cayendo encima. Lo más relevante de todo, y tal vez contradice la teoría de la apoteosis, es que el techo de este equipo no es fácil de adivinar y quizá la obra que deberemos considerar maestra de este grupo de jugadores aún está por llegar . Y es que las sensaciones están emparejadas con los resultados en este caso, y los Shermadini, Albicy y compañía no parecen estar más preocupados por el rival que tendrán enfrente sino contentos y determinados para tener la oportunidad de competir al máximo nivel. El mejor del partido por parte tricolor ha vuelto a ser Gio Shermadini con 22 de valoración (17 puntos y 7 rebotes) pero todos los jugadores han acabado contribuyendo a la sinfonía. Thanasis Antetokounmpo 16 puntos, David Jelinek 15, Oliver Stevic 12, David Navarro 11 y Andrew Albicy (otro día en la oficina) 9 asistencias. Un repaso a las estadísticas de equipo es sólo apto para golosos: 103 de valoración por 58 del rival, 63 por ciento en tiros de 2 y 52% de 3 y 20 asistencias. Una maravilla.
El partido sin embargo, no ha empezado bien. El Herbalife, guiado por Mc Calebb y Hendricks, se mostraba sólido Y dominaba el electrónico. Los primeros minutos de Peñarroya han sido de llamada al orden por su tropa. Y han salido efecto. Del 15-7, Y gracias al acierto en el lanzamiento exterior, se ha pasado al 20-17 con el que terminaba el primer cuarto. Salvo los compases iniciales, el segundo cuarto fue del MoraBanc Andorra. Obviamente los canarios no lo sabían pero los habían empezado a arrollar ya en la primera parte. En particular ha sido decisiva la aportación en este tramo de Schreiner y Antetokounmpo. Al descanso 36-39.
El tercer cuarto ha sido un festival. Total. Variado. Colorista. Alegre. Navarro. Jelinek. Cada jugador era una nota, y todas sonaban bien y al servicio de una armoniosa partitura. El Gran Canaria quería saber qué le pasaba y cada vez que miraba el marcador era para recibir un tortazo. La última jugada del tercer cuarto ha sido un triple de David Navarro (18 de valoración) que ha puesto el 45-62 en el marcador.
Todo el mundo esperaba una reacción rabiosa de los locales. Pero Herbalife no ha dicho ni pio. Ni el público. Y por el contrario, MoraBanc Andorra quería más. Y ha aparecido Shermadini para poner la sentencia ayudado por los caramelos que le ha ido sirviendo. Y las diferencias se han ido estabilizando en los 20 puntos. Más arriba incluso. Un equipo disfrutaba y el otro padecía. Al final, en la vida, cuando alguien sube suele querer decir que alguien baja. Y con el público abandonando la instalación se ha llegado al final del partido con un imperial 64-90. La foto del marcador era el remate de un poema perfecto y equilibrado. El apotesi de un equipo que está ilusionante un país entero.
El próximo domingo, a las 12h30 el MoraBanc Andorra buscará seguir disfrutando del placer de competir en la pista del Divina Seguros Joventut de Badalona.
