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El MoraBanc Andorra ha ganado hoy por 63-85 en la pista del Melilla en uno de esos partidos en los que la buena y aplicada labor del equipo ha servido para desactivar los riesgos que tenía el partido. Y los tenía. Está claro que el MoraBanc es mejor equipo que los locales y está claro que en la gran mayoría de modelos de partido imaginables la victoria debe ser tricolor. Pero no es menos cierto que jugando fuera de casa y en un pabellón con poquita gente las posibilidades de no hacer una lectura correcta del partido eran altas. Además, y como ocurre siempre, Melilla tiene un puñado de jugadores que tienen baloncesto para hacerte un lío. Qué le pregunten el Valladolid. Y hay que decir que los de Natxo Lezkano hoy han acabado ganando por 22 puntos de diferencia pero no han tenido un paseo triunfante durante 27 o 28 minutos de partido. Lo mejor que ha hecho hoy el MoraBanc es darse cuenta de que tenía por delante uno de esos partidos en los que hay que bajar al barro y ensuciarse lo necesario. En el descanso las cosas estaban 41-45 (22-21 en el primer cuarto) y hay que decir que el partido no tenía un gobernante claro. Los primeros minutos del tercer cuarto definieron el partido. Liderados por el nivel defensivo de Rafa Luz, que jugó con anginas, los tricolores plantaron un muro frente a canasta que acabó siendo insuperable por los locales. No ha sido ningún festival en ataque este cuarto (4-14) pero el Melilla se ha desfondado de tanto chocar contra la pared andorrana. Mucha responsabilidad por parte de cada jugador y paciencia por esperar a que llegara el buen momento en ataque. Y ha llegado en el último cuarto. Maric ha vuelto a ser Maric en formato MVP y un día más el Bc MoraBanc Andorra ha dejado la sensación de ser un grupo lleno de talento pero que sabe interpretar colectivamente el juego. Y esa capacidad para compartir es la primera piedra de la iglesia de Lezkano. En los planes del entrenador del MoraBanc Andorra seguro que estaba ganar 10 de los 11 primeros partidos ligueros, e incluso los 11, pero lo que seguro le pone más contento es haber conseguido subir al barco a todo el mundo con este estilo de juego coral. El próximo sábado a las 18h30 visita la Bombonera el Valladolid, otro de los gatillos de la categoría.
