Los que ahora lean esta crónica con el objetivo de seguir manteniendo el sabor de la magia de esta tarde histórica en Madrid, debería ser honestos y admitir que antes del encuentro no le daban un duro por la victoria tricolor en el Wizink Center. Y no pasa nada por admitirlo. El MoraBanc llegaba después de 4 derrotas consecutivas y el Madrid había ganado absolutamente todo lo que jugaba. Los blancos parecía que en los partidos de entrenamiento empataban para que nadie se fuera derrotado a casa. Los de Laso llegaban al encuentro habiendo ofrecido la sensación de ser una orquesta perfectamente afinada donde los solistas se repartían el protagonismo en función del día / partitura que tocaba. Por el contrario los de Ibon Navarro llegaban al partido con algunos síntomas de mejora en Mónaco pero sin desembarazarse de esa sensación de no poder cerrar los partidos. Y hoy, mira por donde, el MoraBanc Andorra ha ganado por 105-107 el Real Madrid en Wizink Center en un partido que, posiblemente, haya sido el mejor hasta ahora de la Liga Endesa. Un cruce de espadas permanente con dos equipos centrados en hacerse daño y no tanto en protegerse (según Ibon Navarro la asignatura pendiente del MoraBanc). Y así ha ido pasando el partido ante los ojos de unos espectadores del Wizink que se han preguntado durante el partido qué demonio estaba poseyendo los jugadores tricolores por el nivel de acierto que tenían.
El Madrid no ha comenzado con demasiada tensión defensiva y el MoraBanc lo ha olido enseguida y comenzó a hacer daño con Albicy de primer protagonista. Y decimos primero porque la relevancia en el juego se ha ido transmitiendo entre jugadores hasta acabar con un trabajo coral espectacular. Y el ritmo anotador era frenético ya en el primer cuarto. Y las sensaciones eran que esto era bueno para el Madrid, pero no. No ha ido por aquí. El primer cuarto ha acabado 26-33. Al descanso 58-59. Una auténtica locura. Triples de todas las facturas, la lucha de Moussa, la versatilidad de Whittington, Vitali haciendo de todo y todo bien y Ennis desatado. El MoraBanc tenía siempre voluntarios para asumir responsabilidades. Y el Madrid iba replicando. Hasta el tercer cuarto. Aquí se han sumado a la fiesta Jelínek y paulatinamente Stevic y se ha mejorado un poco la defensa. Y las diferencias han llegado hasta que en un momento dado marcaban un 69-80. Los primeros 30 minutos de partido han terminado 84-92. Nunca en toda la historia del Real Madrid le habían hecho tantos puntos en casa después de 30 minutos de baloncesto. Una animalada.
Pero quedaba el último cuarto. La zona Madrid. Aquel lugar donde los de Pablo Laso ponen las dos marchas de más que tienen y además saben que jugando en casa todo cuesta abajo. Y han estado muy cerca pero no han podido. A diferencia de otros días, en la guerra de nervios del final, el MoraBanc Andorra ha encontrado manos que no han temblado, Vitali y Ennis, y la victoria ha volado (de hecho ha ido en AVE) hacia los pirineos. Nunca el club había ganado en la pista del Madrid, otro tótem que cae.
Repasar la estadística es encontrarse con muchas cosas buenas. Stevic 9 puntos y 5 rebotes, Albicy 14 puntos y 9 asistencias, Moussa 10 puntos Y 4 rebotes, David Jelínek 10 puntos, Michele Vitali y Dylan Ennis 17 puntos Y Shayne Whittington 16 puntos.
La digestión por esta maravillosa locura? Debe ser rápida. Miércoles a las 20h en la BMB el rival es el Galatasaray turco, y el domingo el Baskonia en otra semana bipartito en casa.