La historia es preciosa. Un proyecto deportivo joven en la Liga Endesa se clasifica por el playoff por el título emulando las hazañas de los años 90 cuando el club había escrito sus páginas más gloriosas. Y este es el hilo del relato. Pero en estas grandes epopeyas (y una temporada deportiva lo es por diversidad y por longitud) siempre hay días agrios. Y esto ocurrió ayer en el Wizink Center. Es muy bonito jugar el playoff contra el Real Madrid, uno de los mejores equipos de Europa y ir pecho descubierto a cruzar las espadas como había pasado en los tres partidos anteriores decididos del lado blanco pero con prórroga. Pero al final, algún día tendrás una actuación discreta y el rival se destrozará, como ha hecho con tantos y tantos rivales durante esta temporada en España y en Europa. El 107-76 final es una radiografía perfecta del partido. Basta con mirar el resultado de los tres cuartos (25-19, 27-19, 29-18 y 26-20). Con una evolución del marcador así sólo queda repasar el nombre de los jugadores que han hecho más daño. Y en este sentido Llull con 15 asistencias ha ofrecido un recital de generosidad sin verse obligado a destapar el repertorio de lanzamientos. Felipe Reyes ha hecho un 20 de valoración con 12 puntos y 6 rebotes y Anthony Randolph se ha marcado uno de esos partidos en los que con relámpagos localizados es capaz de plantarse en 18 de valoración. Es el Madrid y enfocado, todos han remado en la dirección que tocaba y han apagado rápido los intentos de reacción, pocos, que ha tenido el MoraBanc Andorra.
Los de Peñarroya han sufrido mucho en el tiro libre (13/24) y se han usted claramente superados en el rebote (41/29). Y cuando las cosas se han puesto muy cuesta arriba al equipo le ha faltado un punto de rebelión para ver si se podía forzar otro escenario. No era fácil. Lo mejor, como casi siempre, ha sido Gio Shermadini que valoró 25 con 21 puntos y 6 rebotes. Stevic ha estado a buen nivel con 14 puntos y 7 rebotes y Thanasis Antetokounmpo ha hecho un buen partido con 16 puntos, 3 rebotes y 4 asistencias. Cabe destacar también la contribución de Guille Colom que ha mostrado soltura en los minutos que ha jugado y ha acabado con 7 puntos.
Sea como sea los 31 puntos de diferencia sólo tienen una traducción inmediata en el marcador del playoff. 1-0. Basta. Si el MoraBanc gana por un punto y en el último segundo los blancos en la Bombonera, el playoff estará 1-1. Hay que creer que es posible porque estos equipo ha demostrado que en casa es capaz de todo. Mañana a las 20h en la BMB, #MaiPor